No solo la declaración de Hacienda puede salir a devolver. También la factura eléctrica. Algunos tomareños se ha encontrado este mes con una sorpresa en el recibo de la luz: en vez de pagar, han cobrado por poner la lavadora, ver la tele o encender la calefacción. Una situación que acaba de vivir la vecina Isabel García, que no podía creer su suerte cuando abrió la carta de la compañía y se encontró con un cargo negativo.
«Me chocó, porque esperaba pagar. Si me devuelven, es porque me han cobrado antes cosas que no he gastado», cuenta la joven, que vive en un piso de alquiler en la calle Virgen de los Dolores.
Según fuentes de la compañía, la devolución se produce en la misma cuenta bancaria cuando el recibo está domiciliado o a través de descuentos en facturas posteriores en el caso de quien paga en metálico. Además, recalcan que estas situaciones son excepcionales y se producen por el sistema de cobro a través de estimaciones.
Endesa está obligada a hacer una factura al mes, pero no una lectura real de lo gastado cada 30 días. Por lo tanto, se hace una estimación según el consumo del año anterior. De no poder acudir a estos datos, por ejemplo, en el caso de una vivienda nueva, se calcula a través de una fórmula marcada por el Ministerio de Industria.
«Son casos muy raros, que suelen darse en dos tipos de contratos: en los de menos de un año o en aquellos que han cambiado sus hábitos de consumo. Por ejemplo, cuando un verano has puesto el aire acondicionado y, al siguiente, la casa ha estado vacía o no ha hecho calor», apuntan desde la empresa.
Aunque esta práctica es legal y está contemplada en el reglamento de la Dirección General de Política Energética y Minas, tanto usuarios como asociaciones de consumidores le ponen peros. Para FACUA, la facturación por un servicio debería ser siempre acorde el gasto. En este sentido, pide que las compañías comprueben los datos de cada abonado más frecuentemente o, en su caso, instalen contadores de teledistancia, que puedan leerse sin necesidad de desplazarse.

«Me chocó, porque esperaba pagar. Si me devuelven, es porque me han cobrado antes cosas que no he gastado», cuenta la joven, que vive en un piso de alquiler en la calle Virgen de los Dolores.
Según fuentes de la compañía, la devolución se produce en la misma cuenta bancaria cuando el recibo está domiciliado o a través de descuentos en facturas posteriores en el caso de quien paga en metálico. Además, recalcan que estas situaciones son excepcionales y se producen por el sistema de cobro a través de estimaciones.
Endesa está obligada a hacer una factura al mes, pero no una lectura real de lo gastado cada 30 días. Por lo tanto, se hace una estimación según el consumo del año anterior. De no poder acudir a estos datos, por ejemplo, en el caso de una vivienda nueva, se calcula a través de una fórmula marcada por el Ministerio de Industria.
«Son casos muy raros, que suelen darse en dos tipos de contratos: en los de menos de un año o en aquellos que han cambiado sus hábitos de consumo. Por ejemplo, cuando un verano has puesto el aire acondicionado y, al siguiente, la casa ha estado vacía o no ha hecho calor», apuntan desde la empresa.
Aunque esta práctica es legal y está contemplada en el reglamento de la Dirección General de Política Energética y Minas, tanto usuarios como asociaciones de consumidores le ponen peros. Para FACUA, la facturación por un servicio debería ser siempre acorde el gasto. En este sentido, pide que las compañías comprueben los datos de cada abonado más frecuentemente o, en su caso, instalen contadores de teledistancia, que puedan leerse sin necesidad de desplazarse.
MARÍA JOSÉ UFARTE / REDACCIÓN