La Semana Santa de Tomares 2014, la primera en la que Hermandad Sacramental salió en procesión el Jueves Santo por la tarde tras 440 años de historia, llenó las calles de Tomares con más gente que nunca durante su recorrido. El 17 de abril será, sin duda, una fecha para recordar.
La Cruz de guía de la Hermandad Sacramental se ponía en la calle sobre las 17:30 horas. En los alrededores de la iglesia de Nuestra Señora de Belén se respiraba devoción y pasión. El cortejo más numeroso de los últimos años en Tomares comenzaba así su periplo por las calles en una estación de penitencia histórica, en la que la hermandad estuvo presidida por el Hermano Mayor, Javier Rueda Maguillo y el alcalde de la localidad, José Luis Sanz.
Poco tiempo después, el Cristo de la Vera Cruz traspasaba la puerta de iglesia y, bajo los sones de uno de los estrenos de esta Semana Santa, la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito se ponía en la calle y sonaba la primera saeta. La voz de Elena Puerto estremeció a todos los asistentes.
Con el paso de Cristo revirando en la calle Juan XXIII, los tramos de virgen se ponían en la calle y poco a poco avanzaba la tarde sin que se moviera un alma de los alrededores de la iglesia. Poco antes de las 18:30 horas, la Virgen de los Dolores bajaba la rampa de la iglesia y sonaba, "Dolores, madre de Tomares", la marcha compuesta por el compositor local Manuel Martín Peón.
A partir de ahí, el recorrido por las calles de la localidad se convertía en un espectáculo de sentimientos, que dejaba numerosas y bellas estampas. Calles estrechas, como Pedro Oliva Torres o Colón, se convirtieron en pasillos llenos de vecinos que acompañaron a los titulares durante toda la estación de penitencia.
La segunda saeta salía de la voz de Joaquín Pavón bajo la atenta mirada de un amplio cuerpo de monaguillos, que formaron delante de los titulares durante todo el recorrido. Un recorrido en el que se vivieron momentos emotivos, como el paso por las Casas de Hermandad; la Peña Bética, donde el saetero Alex Hernández dedicó una a cada titular; o el paso por el Ayuntamiento, donde se llevó a cabo una ofrenda floral y la cantante local Ely Silva se dejaba el alma en dos saetas.
En noche cerrada se producía el esperado encuentro entre la Virgen de los Dolores y su hijo, el Cristo de la Vera Cruz en el Calvario. Lo acompañaba la marcha "Pasan los campanilleros". Éste sería uno de los últimos momentos antes de la entrada al templo. Pasada la media noche, entraban los titulares en la iglesia, cerrando así una estación de penitencia histórica, marcada por la luz del día y la vida que acompañó a la Hermandad durante todo el recorrido.

La Cruz de guía de la Hermandad Sacramental se ponía en la calle sobre las 17:30 horas. En los alrededores de la iglesia de Nuestra Señora de Belén se respiraba devoción y pasión. El cortejo más numeroso de los últimos años en Tomares comenzaba así su periplo por las calles en una estación de penitencia histórica, en la que la hermandad estuvo presidida por el Hermano Mayor, Javier Rueda Maguillo y el alcalde de la localidad, José Luis Sanz.
Poco tiempo después, el Cristo de la Vera Cruz traspasaba la puerta de iglesia y, bajo los sones de uno de los estrenos de esta Semana Santa, la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito se ponía en la calle y sonaba la primera saeta. La voz de Elena Puerto estremeció a todos los asistentes.
Con el paso de Cristo revirando en la calle Juan XXIII, los tramos de virgen se ponían en la calle y poco a poco avanzaba la tarde sin que se moviera un alma de los alrededores de la iglesia. Poco antes de las 18:30 horas, la Virgen de los Dolores bajaba la rampa de la iglesia y sonaba, "Dolores, madre de Tomares", la marcha compuesta por el compositor local Manuel Martín Peón.
A partir de ahí, el recorrido por las calles de la localidad se convertía en un espectáculo de sentimientos, que dejaba numerosas y bellas estampas. Calles estrechas, como Pedro Oliva Torres o Colón, se convirtieron en pasillos llenos de vecinos que acompañaron a los titulares durante toda la estación de penitencia.
La segunda saeta salía de la voz de Joaquín Pavón bajo la atenta mirada de un amplio cuerpo de monaguillos, que formaron delante de los titulares durante todo el recorrido. Un recorrido en el que se vivieron momentos emotivos, como el paso por las Casas de Hermandad; la Peña Bética, donde el saetero Alex Hernández dedicó una a cada titular; o el paso por el Ayuntamiento, donde se llevó a cabo una ofrenda floral y la cantante local Ely Silva se dejaba el alma en dos saetas.
En noche cerrada se producía el esperado encuentro entre la Virgen de los Dolores y su hijo, el Cristo de la Vera Cruz en el Calvario. Lo acompañaba la marcha "Pasan los campanilleros". Éste sería uno de los últimos momentos antes de la entrada al templo. Pasada la media noche, entraban los titulares en la iglesia, cerrando así una estación de penitencia histórica, marcada por la luz del día y la vida que acompañó a la Hermandad durante todo el recorrido.
TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN