El alquiler de un apartamento o un chalé junto al mar es una de las opciones favoritas de la gran mayoría de los andaluces, que suelen elegir como destino preferente durante los meses de verano alguna de las cinco provincias costeras.
Es, desde luego, una opción más económica que el hotel y que en los últimos años había bajado los precios como consecuencia de la crisis. Este año, en cambio, el sector experimentará una recuperación y se esperan subidas, aunque en diversos grados, en Málaga, Granada y Cádiz. Los precios también se recuperan en Huelva y solo en Almería pueden bajar. La media de lo que se paga en la región por un apartamento con dos habitaciones está en 635 euros a la semana, según la web de viajes Tripadvisor.
Esta recuperación de los precios supone una ruptura de la tendencia de los años anteriores, donde la tónica era la caída, especialmente, en los destinos preferidos por las clases medias, como, por ejemplo, Chipiona en Cádiz o Isla Canela, en Huelva. Las estrecheces económicas de las clases medias se traducen también en que las familias optan por periodos de alquiler más cortos, de una semana a diez días o dos semanas, frente al mes de décadas anteriores.
Además, se reserva con menos antelación y se opta más por el alquiler de última hora. El lujo y los enclaves exclusivos de Marbella y Sotogrande, sin embargo, han permanecido estos años al margen de la caída de los precios experimentada en la mayor parte de las zonas turísticas.

Es, desde luego, una opción más económica que el hotel y que en los últimos años había bajado los precios como consecuencia de la crisis. Este año, en cambio, el sector experimentará una recuperación y se esperan subidas, aunque en diversos grados, en Málaga, Granada y Cádiz. Los precios también se recuperan en Huelva y solo en Almería pueden bajar. La media de lo que se paga en la región por un apartamento con dos habitaciones está en 635 euros a la semana, según la web de viajes Tripadvisor.
Esta recuperación de los precios supone una ruptura de la tendencia de los años anteriores, donde la tónica era la caída, especialmente, en los destinos preferidos por las clases medias, como, por ejemplo, Chipiona en Cádiz o Isla Canela, en Huelva. Las estrecheces económicas de las clases medias se traducen también en que las familias optan por periodos de alquiler más cortos, de una semana a diez días o dos semanas, frente al mes de décadas anteriores.
Además, se reserva con menos antelación y se opta más por el alquiler de última hora. El lujo y los enclaves exclusivos de Marbella y Sotogrande, sin embargo, han permanecido estos años al margen de la caída de los precios experimentada en la mayor parte de las zonas turísticas.
TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN