El Hospital San Juan de Dios ha reforzado en el último año su red de ayuda local para paliar las necesidades de las familias de los 28 municipios sevillanos a los que da cobertura. Los efectos de la crisis en las familias de la zona llevó hace un par de años al centro del Aljarafe a concentrar la mayor parte de sus recursos solidarios a obras sociales locales, en detrimento, aunque sin abandonar, de otros programas como el de cooperación internacional, según explican desde el centro hospitalario.
A través del área de Desarrollo Solidaria, el hospital destinó el año pasado 39.000 euros a programas de ayuda económica de primera necesidad dirigidos a familias en riesgo de exclusión social, como el pago de alquileres, recibos de luz, agua o medicamentos. Además, se repartieron 4.000 kilos de alimentos y 4.100 kilos de ropa entre familias derivadas de los servicios sociales municipales y asociaciones de la comarca.
"El hospital lleva diez años trabajando en obras sociales, pero en los últimos años, con la crisis, los trabajadores sociales del centro han detectado un mayor número de casos que requieren atención inmediata", apunta Alfredo Sainz, responsable del área de Desarrollo Solidario del hospital. Sainz destaca la evolución del perfil de las personas que solicitan este tipo de ayuda: "Antes, estas personas tenían un perfil claro, sin estudios, la mayoría. Hoy, su nivel socioeconómico y cultural es más heterogéneo. La crisis nos ha enseñado que nos puede tocar a cualquiera y en cualquier momento" .
Por un lado, son las propias familias o entidades como Cáritas las que solicitan apoyo al área de Desarrollo Solidario del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. En otras ocasiones, son los profesionales del centro hospitalario, principalmente los trabajadores sociales, los que detectan problema sociosanitarios entre los pacientes. "Tenemos un programa de visitas y entrevistas a familiares y pacientes que nos ayuda a detectar problemas sociales. Aquí entran, principalmente, personas mayores y aquellas que no reciben visitas", explica la trabajadora social Maite Medina. Los profesionales de Urgencias, hospitalización y consultas externas también se encargan de alertan a los trabajadores sociales.
Alfredo Sainz, responsable del área de Desarrollo Solidario, destaca también la labor de los voluntarios, como Manuel Raimundo, que, desde hace unos ocho años, acude una tarde a la semana para hacer compañía a enfermos hospitalizados de edad avanzada o sin familiares. Estos voluntarios también se encargan de alertar a los trabajadores sociales si detectan algún problema entre los pacientes. Para ello, reciben una formación previa que le permite abordar y tratar mejor a los pacientes: "A veces, sólo con una mirada, ya sabes qué le ocurre a esa persona", apunta Manuel Raimundo.
Se trata de un trabajo multidisciplinar en red, que contempla también una coordinación permanente con los servicios sociales municipales para evitar "duplicar recursos", apuntan desde el hospital.
Según Maite Medina, el hospital ofrece ayuda económica para el pago de alquileres o suministros básicos a aquellas familias que, tras corroborar su situación de exclusión social, por diferentes motivos, no reciben este apoyo por parte de los servicios sociales de su municipio. Además, se ofrecen ayudas puntuales, como dietas a los familiares de los pacientes sin recursos suficientes durante el ingreso de éste, o transporte: "En una ocasión le pagamos el billete de autobús a una joven que necesitaba acudir a un centro de desintoxicación y no podía costearse el viaje, o al familiar de un paciente que venía desde Málaga", apunta Medina. "Siempre corroborando primero con los servicios sociales su situación".
La trabajadora social señala que una de las demandas que más ha aumentado en los últimos años es el pago de tratamientos médicos. "Son muchos los pacientes que abandonan sus tratamientos por no poder costearlo. Un caso muy común son los pacientes de Cardiología", destaca Maite Medina.
Profesionales y voluntarios colaboran en el desarrollo de iniciativas solidarias, como mercadillos solidarios, recolectas y campañas especiales, para recaudar fondos, ropa y alimentos que permitan ayudar a las familias más necesitadas. Un apoyo que refuerzan las donaciones anónimas.
A través del área de Desarrollo Solidaria, el hospital destinó el año pasado 39.000 euros a programas de ayuda económica de primera necesidad dirigidos a familias en riesgo de exclusión social, como el pago de alquileres, recibos de luz, agua o medicamentos. Además, se repartieron 4.000 kilos de alimentos y 4.100 kilos de ropa entre familias derivadas de los servicios sociales municipales y asociaciones de la comarca.
"El hospital lleva diez años trabajando en obras sociales, pero en los últimos años, con la crisis, los trabajadores sociales del centro han detectado un mayor número de casos que requieren atención inmediata", apunta Alfredo Sainz, responsable del área de Desarrollo Solidario del hospital. Sainz destaca la evolución del perfil de las personas que solicitan este tipo de ayuda: "Antes, estas personas tenían un perfil claro, sin estudios, la mayoría. Hoy, su nivel socioeconómico y cultural es más heterogéneo. La crisis nos ha enseñado que nos puede tocar a cualquiera y en cualquier momento" .
Por un lado, son las propias familias o entidades como Cáritas las que solicitan apoyo al área de Desarrollo Solidario del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. En otras ocasiones, son los profesionales del centro hospitalario, principalmente los trabajadores sociales, los que detectan problema sociosanitarios entre los pacientes. "Tenemos un programa de visitas y entrevistas a familiares y pacientes que nos ayuda a detectar problemas sociales. Aquí entran, principalmente, personas mayores y aquellas que no reciben visitas", explica la trabajadora social Maite Medina. Los profesionales de Urgencias, hospitalización y consultas externas también se encargan de alertan a los trabajadores sociales.
Alfredo Sainz, responsable del área de Desarrollo Solidario, destaca también la labor de los voluntarios, como Manuel Raimundo, que, desde hace unos ocho años, acude una tarde a la semana para hacer compañía a enfermos hospitalizados de edad avanzada o sin familiares. Estos voluntarios también se encargan de alertar a los trabajadores sociales si detectan algún problema entre los pacientes. Para ello, reciben una formación previa que le permite abordar y tratar mejor a los pacientes: "A veces, sólo con una mirada, ya sabes qué le ocurre a esa persona", apunta Manuel Raimundo.
Se trata de un trabajo multidisciplinar en red, que contempla también una coordinación permanente con los servicios sociales municipales para evitar "duplicar recursos", apuntan desde el hospital.
Según Maite Medina, el hospital ofrece ayuda económica para el pago de alquileres o suministros básicos a aquellas familias que, tras corroborar su situación de exclusión social, por diferentes motivos, no reciben este apoyo por parte de los servicios sociales de su municipio. Además, se ofrecen ayudas puntuales, como dietas a los familiares de los pacientes sin recursos suficientes durante el ingreso de éste, o transporte: "En una ocasión le pagamos el billete de autobús a una joven que necesitaba acudir a un centro de desintoxicación y no podía costearse el viaje, o al familiar de un paciente que venía desde Málaga", apunta Medina. "Siempre corroborando primero con los servicios sociales su situación".
La trabajadora social señala que una de las demandas que más ha aumentado en los últimos años es el pago de tratamientos médicos. "Son muchos los pacientes que abandonan sus tratamientos por no poder costearlo. Un caso muy común son los pacientes de Cardiología", destaca Maite Medina.
Profesionales y voluntarios colaboran en el desarrollo de iniciativas solidarias, como mercadillos solidarios, recolectas y campañas especiales, para recaudar fondos, ropa y alimentos que permitan ayudar a las familias más necesitadas. Un apoyo que refuerzan las donaciones anónimas.
TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN
