El servicio de otorrinolaringología del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe ha reducido en los últimos años el número de intervenciones (sobre todo en edad pediátrica) de adenoides (vegetaciones) y amigdalitis. Y esto lo ha conseguido, según han informado desde el propio centro, «gracias a una correcta adecuación de la indicación quirúrgica y al trabajo realizado de manera conjunta con los pediatras de Atención Primaria de la comarca», que ha permitido mejorar el diagnóstico precoz y el tratamiento de estos pacientes.
Como explican fuentes del hospital, uno de los objetivos de este protocolo de actuación es reducir el número de intervenciones en aquellos casos en los que extirpar las amígdalas o adenoides no sea estrictamente necesario, debido a la alta prevalencia de estas patologías y a la escasez de evidencia sobre los resultados en salud tras la intervención.
Por ese motivo, los otorrinos de este centro consideran que el tratamiento médico debe ser la base terapéutica para la recuperación de estos pacientes. Para ello, es adecuado establecer un periodo de control una vez establecido el diagnóstico, que ronda los 12 meses. La evolución natural de la patología con el tratamiento médico hace que sólo un 14 por ciento de los pacientes remitidos para valoración precisen ser, finalmente, intervenidos.
Fruto de este trabajo conjunto y multidisciplinar el centro tiene en la actualidad una tasa muy baja de indicación quirúrgica para estos procesos, situándose en el 67,6 por ciento. Desde el hospital detallan que el paciente-tipo de estas dolencias es un menor de tres a siete años, remitido por el pediatra tras presentar más de cinco episodios de amigdalitis bacteriana durante más de un año e importante obstrucción respiratoria por vegetaciones adenoideas.
En aquellos pacientes que deben pasar por quirófano, la consulta de anestesia se desarrolla en acto único, realizándose todas las pruebas el mismo día de la consulta. Estas intervenciones se realizan en régimen de cirugía mayor ambulatoria por lo que el 97 por ciento de los pacientes intervenidos en 2014 recibieron el alta el mismo día de la intervención y menos del 1 por ciento sufrió algún tipo de complicación, en ningún caso grave.
Como explican fuentes del hospital, uno de los objetivos de este protocolo de actuación es reducir el número de intervenciones en aquellos casos en los que extirpar las amígdalas o adenoides no sea estrictamente necesario, debido a la alta prevalencia de estas patologías y a la escasez de evidencia sobre los resultados en salud tras la intervención.
Por ese motivo, los otorrinos de este centro consideran que el tratamiento médico debe ser la base terapéutica para la recuperación de estos pacientes. Para ello, es adecuado establecer un periodo de control una vez establecido el diagnóstico, que ronda los 12 meses. La evolución natural de la patología con el tratamiento médico hace que sólo un 14 por ciento de los pacientes remitidos para valoración precisen ser, finalmente, intervenidos.
Fruto de este trabajo conjunto y multidisciplinar el centro tiene en la actualidad una tasa muy baja de indicación quirúrgica para estos procesos, situándose en el 67,6 por ciento. Desde el hospital detallan que el paciente-tipo de estas dolencias es un menor de tres a siete años, remitido por el pediatra tras presentar más de cinco episodios de amigdalitis bacteriana durante más de un año e importante obstrucción respiratoria por vegetaciones adenoideas.
En aquellos pacientes que deben pasar por quirófano, la consulta de anestesia se desarrolla en acto único, realizándose todas las pruebas el mismo día de la consulta. Estas intervenciones se realizan en régimen de cirugía mayor ambulatoria por lo que el 97 por ciento de los pacientes intervenidos en 2014 recibieron el alta el mismo día de la intervención y menos del 1 por ciento sufrió algún tipo de complicación, en ningún caso grave.
TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN
