Hay sueños que nadie ha logrado escrutar. Son nubes que cruzan el firmamento de uno a otro lugar, pequeñas manchas que apenas dañan un cielo permanentemente azul. Son sueños deshabitados. Alguien, alguna vez, cruzó sus estancias vacías y las amuebló para ese instante, pero el óxido, que …
Este hombre se pone en pie y da unos pasos al frente. Tiene a la mujer solo a unos centímetros de distancia. La mira sin pestañear. La mujer mantiene la mirada. No quiere mirar a otro lado. El cielo se oscurece y descarga una lluvia abundante. Afuera el olor a tierra mojada impregn…
Cuando ella sube al apartamento, encuentra al hombre catalogando algunos libros, buscando en el desorden propio del momento un determinado orden que le permita abrir tiempo al sosiego. La mujer lo ve yendo y viniendo de aquí para allá, consciente de que entre estas cuatro paredes pretend…
Octavio Ramírez, a sus 62 años, no había logrado vencer el miedo a viajar en vehículos a motor. Nunca pudo entender cómo un avión se podía mantener en el aire sin que la gravedad de la tierra o la inmensidad del cielo engulleran de un solo trago ese artefacto que se atrevía a calificar c…
Desde mucho antes que sus padres sospecharan seriamente en ser padres, Graciela Urbano ya tenía nombre. La madre eligió el nombre de pila, después concibió a la hija y en último lugar definió su perfil y estructuró su vida con el solo aliento del padre, que a duras penas soportaba la inf…
El miércoles, mientras hojeaba el periódico, se tropezó con una noticia que le desconcertó. Se trataba, según el diario, de un hecho excepcional. El lunes anterior nadie había perdido la vida en las carreteras españolas. ¿Y dónde radicaba concretamente la excepcionalidad de aquella notic…
El tiempo no ayudó a que pudiera olvidarla. También es verdad que no hizo demasiados esfuerzos por conseguirlo. Era consciente de que los amores enconados eran los más difíciles de resolver. Se quedan metidos en el estómago o en el hígado, o en el corazón, como un tumor que invade cada c…
Ella mira por la ventana cómo se van las últimas nubes, cómo la tormenta amaina, y cómo con esas nubes se va todo un tiempo de ayer que, ahora que lo piensa, apenas le dio tiempo de degustar. Ella lo amaba. Posiblemente todavía piense en él cuando abre el armario y otea de soslayo sus ca…
Me llamo Eugenio Flores. Yo soy quien mató los dos tigres en una finca de Badajoz. Por eso estoy entre rejas. Me acusaron de tres delitos: tráfico de especies protegidas, la muerte de los tigres y la liberación de especies de fauna no autóctona. Todo eso es cierto. No lo negaré. Pero deb…
Tu cuerpo es la mariposa que revolotea mi vida incesantemente, es el agua que bebo con sed y sin sed, es el agua que me baña para calmarme la fatiga y la angustia. Tu cuerpo es el vino que necesito para sobrellevar la vida, el antídoto contra los horarios impuestos y las esperanzas trunc…
Siempre me quedo escuchando tu nombre cuando los campos pierden la luz del día y la noche lo impregna todo de una oscuridad necesaria y reconfortante. Miro el cielo estrellado cuando el sol se pone en lontananza y ya ha perdido el fulgor con el que arranca cada mañana. A veces, me…
Se habían conocido tantos años atrás que ahora que la tenía delante no podía entender que aquella mujer no le reconociera. Hablaba aleteando con las manos, como si haciendo aire a su alrededor, las palabras alcanzaran un orden determinado y una armonía lograda. Desde que la con…
La mujer que un día vio cómo un hombre asesinaba a otro en plena calle está sentada en un café céntrico de cualquier ciudad. Cada tarde desde hace unos meses repite la misma ceremonia. Se sienta a la misma mesa, pide una leche tibia manchada y abre un libro, siempre diferente. Lee, o apa…
Lo ve tras los cristales de la cafetería, y entonces paga y lo sigue. Desde hace casi un año repite esta ceremonia diariamente. Hoy la mañana es luminosa. Es un tiempo de primavera anticipada en un año que ha llovido poco. Será verdad, piensa, eso del cambio climático, el deshielo, la se…
No le quedó otro consuelo que pensar que todo había sido un sueño. Lo quiso pensar tantas veces que la imaginación no alcanzó a más escaramuzas cuando el tiempo, contundente como una piedra, le dio a entender que no se puede abrir una roca con la sola sospecha de esa posibilidad. A parti…
Cuando subió al AVE, coche 8, asiento 9B, iba tan ensimismado en sus pensamientos que no reconoció a nadie. Siempre que viajaba, pedía un asiento aislado, junto a la ventana, para no molestar y para que nadie le molestara. Le gustaba pegar la mirada al cristal y observar sin pensar en e…
Cuándo fue el último día, quién anunció la despedida si ninguno sabía que el final tenía fecha fijada, si ninguno tenía billete de partida y mucho menos pasaje de vuelta. Lo supieron en ese mismo instante inevitable, ese instante en que los tragos y los estragos amenazan sin titubeos. Er…