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Aureliano Sáinz | Aforismos y pensamientos: Butulescu

Un país poco conocido por nosotros, aunque ya pertenezca a la Unión Europea, es Rumanía. Bien es cierto que su entorno geográfico se corresponde con la Europa Oriental, por lo que sus tradiciones y cultura son bastante diferenciadas a las nuestras, sin que apenas tengamos referencias de ellas, si exceptuamos el siempre recurrente paraje de Transilvania y la figura novelesca de Drácula.



A pesar de esa escasa información, hay grandes escritores y dramaturgos nacidos en este país que han adquirido fama mundial, aunque, en algunos casos, ese reconocimiento lo alcanzan cuando viven en Francia y escriben en lengua francesa. Son los de Eugène Ionesco y Emil Cioran. Por otro lado, habría que citar a Mircea Eliade, gran historiador y estudioso de las religiones, o a Valeriu Butulescu, magnífico dramaturgo y escritor que merece ser incluido entre los grandes nombres de la literatura de este país.

Aunque el nombre de Butulescu es poco conocido en nuestro país, me ha parecido interesante, dentro de la sección de “Aforismos y pensamientos”, hacer un artículo seleccionando algunos de los brillantes 927 aforismos que contiene el libro dedicado a esta modalidad de pensamiento concentrado en pocas palabras. Pero antes, quisiera apuntar como dato relevante de este autor que en el año 2004 recibió el Premio concedido por la Unión de Escritores de Rumanía.

En su libro de aforismos, editado en nuestro país, estos aparecen numerados sin que estén agrupados por temáticas. Son breves pensamientos que surgen en la mente del autor en cualquier momento e, inmediatamente, lo escribe para que no desaparezcan, pues son ideas que conviene retenerlas antes de que se alejen como estrellas fugaces.

Sin embargo, para facilitar la lectura y conocer el pensamiento de este autor, me ha parecido bueno que los aforismos que he seleccionado se agrupen según el tema que trate. Para que haya un cierto rigor (y si alguien desea consultarlos), incluyo al final de cada uno de ellos el número que tiene en el libro de Butulescu.



Sobre la Vida y la Muerte

La lectura del conjunto de los aforismos de Butulescu nos conduce hacia un hombre de gran humanidad, que duda contantemente, que se cuestiona las certidumbres y dogmas con los que se nos educa, que vive las contradicciones que están presentes en nuestras vidas cotidianas. Por otro lado, tal como sucede con los grandes escritores rumanos a los que he aludido, muestra una velada carga de pesimismo sobre la existencia humana, por lo que, no es de extrañar, que en el primero de sus aforismos aparezca la idea de la muerte.

- Cada año atravesamos sin inmutarnos el día de nuestra muerte. (1)

- Leo una esquela. Respiro aliviado: todavía no es la mía. (27)

- Los muertos son libres. Las verjas de los cementerios están hechas para los vivos. (60)

- Qué pena que la vida no contemple repetidores. (274)

- ¿Qué es el suicida? ¿Su propio verdugo o su propia víctima? (86)

- La muerte levanta pasiones solo en los herederos. (924)

- Enterradme bajo un roble. Cientos de años mi pensamiento temblará en sus hojas. (337)

Sobre la Religión

Tal como he apuntado anteriormente, uno de los grandes investigadores de las religiones es el investigador rumano Mircea Eliade. Quizás, al fuerte peso de la Iglesia ortodoxa, que es la predominante en Rumanía, deban los autores de este país las referencias constantes que hacen de los dogmas y relatos de origen religioso, aunque posteriormente renieguen de muchas de las creencias que han recibido.

- A los pequeños los consuelas con caramelos, a los mayores con el Reino del Más Allá. (276)

- Algunos van a la iglesia con la esperanza de que Dios pase lista. (423)

- Con el final del Génesis por fuerza había que crear al Hombre, pues alguien tenía que aplaudir. (722)

- Estamos pisando sobre Dios, porque está en todas partes. (818)

- Mi dios difiere del comercializado por la Iglesia. (906)

- Intolerancia religiosa. Nos enfadamos con aquellos que creen en fantasmas distintos a los nuestros. (811)

- No busquéis a la divinidad en piedras y muros. Todo lo vivo es divino, y la inteligencia humana es la divinidad suprema. (684)

Sobre la Inmortalidad

Un dogma básico de las religiones monoteístas es que tras esta vida perecedera nos enfrentamos a otra inmaterial a la que llegamos por la supervivencia del alma. ¿Hay, entonces, otra vida tras esta que conocemos? ¿Existe la inmortalidad de un ente no material al que se le llama alma? Butulescu no cree en ello, sin embargo, no es óbice para que en sus aforismos aparezca la idea de inmortalidad que tanto escuchó en las voces de los popes de la Iglesia ortodoxa.

- Inmortalidad. Vivir eternamente en el recuerdo de los vivos. (617)

- Me encuentro bien, encadenado entre los paréntesis de más y menos infinito. (283)

- En miles de formas nos imaginamos la vida en el más allá. Así de increíble es el escalofrío de la nada. (725)

- Permanecer en el Paraíso entre beatos. He aquí algo más terrorífico que las llamas del infierno. (707)

- La inmortalidad. No se puede imaginar una catástrofe ecológica mayor. (852)

Sobre la Política

Rumanía conoció durante febrero de este año grandes manifestaciones contra el Gobierno, que, de manera furtiva, realizó cambios en el Código Penal con los que se intentaba suavizar las penas en los abusos de la función pública, dado que es un país en el que la corrupción se ha hecho tan crónica como en el nuestro. Y es que el ansiado tránsito, a partir de la caída del Muro de Berlín, de una sociedad autodenominada “comunista” a una democracia capitalista, finalmente, ha generado grandes decepciones en la población rumana.

- Democracia. Autocracia de los elegidos. (776)

- Las élites siempre serán una minoría. La voluntad política de una nación es la voluntad de la mediocridad mayoritaria. (657)

- El récord de Fausto. Vender su alma sin meterse en política. (798)

- ¡Qué pena que en la declaración de bienes de los altos cargos no haya una casilla para la riqueza interior! (800)

- Normalmente, las democracias infantiles, además de la pobreza y la corrupción, son asoladas por la peste nacionalista. (659)

- El sueño del necio es ser dirigente. Y este sueño generalmente se cumple. (963)

- Capitalismo a la rumana. La mayoría traga saliva. Unos cuantos atiborrados eructan. (863).

Varios

Las diversas formas que adquieren los aforismos de Butulescu nos invitan a que finalmente presente una selección de ellos agrupados en un mismo apartado. Comprobamos que la ironía, la imaginación, la poesía, el desencanto, la paradoja, los deseos de libertad, etc., son los mimbres con los que este gran dramaturgo rumano da rienda suelta a sus reflexiones y aspiraciones.

- Un pez, nadando en sus propias lágrimas. (11)

- Le quitan el yugo a un buey. Y ahora esperan que él empuje de buen grado el carro. (25)

- No creas que tu enemigo te admira. Solo está buscando tu punto débil. (42)

- Me denuncia mi propia sombra a la que impido ver el sol. (257)

- Amaré a mi semejante. A condición de que no se me acerque mucho. (412)

- Los que se arrastran no tropiezan nunca. (495)

- Tengo mucha valentía, pero me da miedo utilizarla. (577)

- Algunos hombres son como el sol. Te dan luz solo si giras a su alrededor. (582)

- La libertad no significa nada para un pájaro que no ha aprendido a volar. (621)

- No es un hombre limitado aquel que conoce sus propios límites. (632)

- Tuvimos un jefe tan capacitado que tomaba él solo las decisiones colectivas. (636)

- Han aparecido los teléfonos inteligentes. Algunos más inteligentes que sus dueños. (712)

Para cerrar, quisiera expresar que Butulescu se mueve entre el absurdo de la existencia humana que promoviera su compatriota Eugène Ionesco y el desesperado nihilismo de Emil Cioran. Quizás la máxima de sus aspiraciones se concentra en el aforismo 868 que dice: “¿Mi ideal? Un ateo con alma de santo”.

AURELIANO SÁINZ