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Los tomareños se vuelcan con la salida de su Hermandad Sacramental el Jueves Santo

Un año más, Tomares se ha volcado con su Cristo de la Vera Cruz y su Virgen de Nuestra Señora de los Dolores, que procesionaron el Jueves Santo.

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De los más de 1.100 hermanos que tiene la Hermandad, la cofradía salía este año con más nazarenos que nunca, unos 300, la mayoría, niños, algo que, desde el Consistorio explican que se debe al cambio de horario de la procesión, ya que no hay que olvidar que ésta se producía de madrugada hasta el pasado año. Además, dos cuadrillas completas de costaleros acompañaban a cada paso.

Al igual que el año pasado, el toque musical del Cristo de la Vera Cruz lo daba la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación de San Benito, y la Virgen de los Dolores por la Banda Municipal del Cristo del Perdón, de La Rinconada.

Por primera vez, las personas con discapacidad y los mayores de la Residencia de la Tercera Edad de Tomares «El Nogal» pudieron ver con comodidad la salida de la procesión, gracias a la zona acotada con sillas habilitada por el Ayuntamiento, en colaboración con la Hermandad Sacramental, en las inmediaciones de la Iglesia Nuestra Señora de Belén.

A su salida de la iglesia, la Virgen de los Dolores era recibida con su nueva marcha procesional «Mi Madre Dolores», compuesta por el reconocido compositor de marchas procesionales de la Semana Santa, Paco Lola, una marcha encargada por el Ayuntamiento de Tomares para la Hermandad Sacramental que se ha convertido en el nuevo símbolo de la Hermandad.

La Virgen también estrenaba los respiraderos en plata, obra de Orfebrería San Juan, que lleva rosas incrustadas en plata envejecida, y lucía entre paño y paño las letanías más importantes de los Misterios, resaltando en dorado, además de tres capillas que sobresalen en relieve. La capilla del respiradero frontal está presidida por San Sebastián, Patrón de la localidad; la capilla lateral izquierda, por el Simpecao de la Hermandad del Rocío; y la capilla lateral derecha por el busto de la Virgen de Belén, que da nombre a la iglesia de Tomares, en cuyo dintel figura el escudo del Ayuntamiento. Sin duda, fue otro Jueves Santo para el recuerdo de todos los tomareños.

TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN
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