Cerca de 300 encajeras de bollilo, procedentes de diferentes puntos Sevilla y Andalucía, se dieron cita ayer sábado en Tomares para participar en el II Encuentro de Encajeras de Bolillos, una actividad que se desarrolló en la sala de exposiciones del Ayuntamiento tomareño.
La propuesta, organizada por el Ayuntamiento de la localidad, se ha convertido en un punto de encuentro de las aficionadas a esta técnica de costura, quienes han puesto en práctica sus conocimientos y los han compartido, mientras entretejían a mano piezas únicas.
Para la concejal de Cultura, Mercedes Fuentes, “el encuentro se ha convertido en todo un acontecimiento para la localidad y les damos las gracias a las participantes por asistir”. Asimismo, ha supuesto una oportunidad para los vecinos de ver cómo se realizan los diferentes encajes y para contemplar piezas en exposición. Algunos, incluso, han adquirido algunos productos gracias a las cinco tiendas ubicadas a la entrada de la sala de muestras.
El encaje de bolillo es una delicada técnica de costura que a pesar de tener más de quinientos años de antigüedad no pasa de moda. Son piezas únicas hechas a mano que pasan de generación en generación, especialmente las confeccionadas con hilos de seda.
Son enseres muy preciados en el ajuar de una mujer. Sus detalles decorativos revalorizan cualquier tejido, desde los manteles, sábanas, cortinas o cojines, hasta prendas como vestidos, camisones, camisas o pañuelos, e incluso en los trajes de flamenca que en los últimos años marcan tendencia.
La propuesta, organizada por el Ayuntamiento de la localidad, se ha convertido en un punto de encuentro de las aficionadas a esta técnica de costura, quienes han puesto en práctica sus conocimientos y los han compartido, mientras entretejían a mano piezas únicas.
Para la concejal de Cultura, Mercedes Fuentes, “el encuentro se ha convertido en todo un acontecimiento para la localidad y les damos las gracias a las participantes por asistir”. Asimismo, ha supuesto una oportunidad para los vecinos de ver cómo se realizan los diferentes encajes y para contemplar piezas en exposición. Algunos, incluso, han adquirido algunos productos gracias a las cinco tiendas ubicadas a la entrada de la sala de muestras.
El encaje de bolillo es una delicada técnica de costura que a pesar de tener más de quinientos años de antigüedad no pasa de moda. Son piezas únicas hechas a mano que pasan de generación en generación, especialmente las confeccionadas con hilos de seda.
Son enseres muy preciados en el ajuar de una mujer. Sus detalles decorativos revalorizan cualquier tejido, desde los manteles, sábanas, cortinas o cojines, hasta prendas como vestidos, camisones, camisas o pañuelos, e incluso en los trajes de flamenca que en los últimos años marcan tendencia.
TOMARES DIGITAL / REDACCIÓN
