Emocionado y agradecido. Humilde y sencillo. Así es como se ha mostrado Antonio Lozano en la presentación de su primer libro, Mis nidos de Alcatatrapas, un acto que tuvo lugar ayer martes por la tarde en las instalaciones de la Biblioteca Municipal y cuya presentación corrió a cargo del tomareño Diego Cansino.
Rodeado de su familia, amigos y compañeros, el protagonista del libro se ha emocionado cuando ha recordado a su nieta María: “Su tesón, vida y esfuerzo me han llevado a escribir el libro que hoy presentamos y cuyos beneficios irán destinados a la investigación de la parálisis cerebral”. Para ella, también está dedicado el libro: "A unos ojos, a una mirada. A una boca, a una sonrisa. A una piel aterciopelada. A una muñeca, a una princesa. A mi nieta María".
El título de la obra es sugerente: Mis nidos de Alcatatrapas. En realidad, y según explica el autor, "la palabra 'Alcatatrapas' no está registrada en ningún diccionario y por eso yo le he otorgado un sentido muy ligado a la conciencia humana. 'Alcatatrapas' es algo abstracto, sin forma, ni color, ni olor, pero que acompaña a la vida y nos mantiene despiertos” explica el autor.
A lo largo de las 250 páginas que configuran esta obra, Antonio Lozano invita al lector a pensar y a abrir las puertas a la esperanza. Y es que, cada capítulo es una galería de personajes que remueven la conciencia. Son relatos para adultos, en su gran mayoría basados en experiencias propias, a los que el autor ha dotado de una gran dosis de ficción en su tramo final.
Sobre el autor
Antonio Lozano Herrera nació en Córdoba en 1957. Militar. Después de cursar estudios de Bachillerato en el Instituto Séneca de su ciudad, ingresó en el Ejercito en 1975, y un año después, en la Academia de Suboficiales. Ocupando muy diversos destinos, se ofrece como Casco Azul (ONU), en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz en Bosnia–Herzegovina (Guerra de los Balcanes), de marzo a octubre de 1994.
Posiblemente, ese fue el motivo que le impulsó a comenzar su tardía pero ilusionante andadura dentro de la escritura. Su necesidad de transmitir aquella experiencia, de luchar porque lo visto y lo vivido no cayera en el olvido, le hizo penetrar en este fascinante mundo de la literatura. Aquellos meses en zona bélica dejaron una marcada y profunda huella en su ser. Como consecuencia de ello, escribió su primer libro que no llegó a publicar por voluntad propia, titulado Yo también estuve en Bosnia-Herzegovina. Una especie de diario personal y profesional, donde relata con detalle, todas las anécdotas, servicios, sensaciones experimentadas y vivencias con la población durante su misión en la antigua Yugoslavia.
Desde entonces, ha publicado innumerables textos en la sección de 'Cartas al Director' y 'Opinión' de diarios nacionales sobre temas variados (política, cultura, defensa…). Ha escrito para El Mundo, en su colección 'La Democracia año a año' aportando como miembro de la ONU numerosos datos sobre lo acontecido en la zona de Mostar. También ha colaborado en algunas revistas taurinas y en prestigiosas revistas cordobesas.
Rodeado de su familia, amigos y compañeros, el protagonista del libro se ha emocionado cuando ha recordado a su nieta María: “Su tesón, vida y esfuerzo me han llevado a escribir el libro que hoy presentamos y cuyos beneficios irán destinados a la investigación de la parálisis cerebral”. Para ella, también está dedicado el libro: "A unos ojos, a una mirada. A una boca, a una sonrisa. A una piel aterciopelada. A una muñeca, a una princesa. A mi nieta María".
El título de la obra es sugerente: Mis nidos de Alcatatrapas. En realidad, y según explica el autor, "la palabra 'Alcatatrapas' no está registrada en ningún diccionario y por eso yo le he otorgado un sentido muy ligado a la conciencia humana. 'Alcatatrapas' es algo abstracto, sin forma, ni color, ni olor, pero que acompaña a la vida y nos mantiene despiertos” explica el autor.
A lo largo de las 250 páginas que configuran esta obra, Antonio Lozano invita al lector a pensar y a abrir las puertas a la esperanza. Y es que, cada capítulo es una galería de personajes que remueven la conciencia. Son relatos para adultos, en su gran mayoría basados en experiencias propias, a los que el autor ha dotado de una gran dosis de ficción en su tramo final.
Sobre el autor
Antonio Lozano Herrera nació en Córdoba en 1957. Militar. Después de cursar estudios de Bachillerato en el Instituto Séneca de su ciudad, ingresó en el Ejercito en 1975, y un año después, en la Academia de Suboficiales. Ocupando muy diversos destinos, se ofrece como Casco Azul (ONU), en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz en Bosnia–Herzegovina (Guerra de los Balcanes), de marzo a octubre de 1994.
Posiblemente, ese fue el motivo que le impulsó a comenzar su tardía pero ilusionante andadura dentro de la escritura. Su necesidad de transmitir aquella experiencia, de luchar porque lo visto y lo vivido no cayera en el olvido, le hizo penetrar en este fascinante mundo de la literatura. Aquellos meses en zona bélica dejaron una marcada y profunda huella en su ser. Como consecuencia de ello, escribió su primer libro que no llegó a publicar por voluntad propia, titulado Yo también estuve en Bosnia-Herzegovina. Una especie de diario personal y profesional, donde relata con detalle, todas las anécdotas, servicios, sensaciones experimentadas y vivencias con la población durante su misión en la antigua Yugoslavia.
Desde entonces, ha publicado innumerables textos en la sección de 'Cartas al Director' y 'Opinión' de diarios nacionales sobre temas variados (política, cultura, defensa…). Ha escrito para El Mundo, en su colección 'La Democracia año a año' aportando como miembro de la ONU numerosos datos sobre lo acontecido en la zona de Mostar. También ha colaborado en algunas revistas taurinas y en prestigiosas revistas cordobesas.
MARÍA JOSÉ UFARTE / REDACCIÓN
